¿Cuándo fue la primera vez que viste a alguien y te gustó?
¿Lo recuerdas?
Y lo digo de la manera mas inocente posible, seguro en el jardín de niños viste a un compañero y sentiste algo en tu estomago, o tal vez fue en la primaria con esa persona que jugabas en el recreo o por las tardes.
Si seguimos la línea de la vida, un sentimiento más grande te pudo pasar en la secundaria, en plena edad de cambios que no entiendes, el ver a la persona más guapa del salón te emocionaba o ese compañero con el que compartías solo una clase y no podías ver todos los días.
A cada uno ese sentimiento de mariposas en el estómago nos llegó en el momento adecuado, pero tal vez otros tuvimos que reprimirlo por el temor a ser rechazados o más específico por el no creernos lo suficientemente atractivos para gustarle a alguien. Vamos a adentrarnos más a ese lado.
Es algo feo no sentirse merecedor de que alguien sienta algo por ti, en específico a mi me pasó porque me sentía feo, me llegué a comparar mucho con el guapo del salón, yo lo veía y pensaba que me tenía que ver como él, vestirme como él, tener el mismo cuerpo que él, obviamente cuando llegaba a mi casa y me veía al espejo lo que se reflejaba no era nada de como se veía él, eso a mi confianza la hizo empezar a hacerse pequeña, digo en la adolescencia una de nuestras principales preocupaciones es “¿qué pensará la gente de nosotros?”, es algo normal en esa etapa de la vida y justo como yo me metí a la cabeza que no valía como persona por no verme como el guapo del salón, no me quedaba mucho por hacer, solo esconderme, no dejarme ver y también pensar que yo no podría llegar a gustarle a alguien.
Es triste pensar que muchas experiencias en la vida se nos han ido por el simple hecho de pensar en otros antes que en nosotros.
Yo justo dejé ir la experiencia de tener un crush, de ver a alguien en la escuela y emocionarme porque me saludó o porque me pidió un lápiz prestado ¿sabes? el soñar despierto y pensar cuantos hijos vamos a tener, cuando nos vamos a dar nuestro primer beso y cuando por fin esa persona me confesaría que estaba muy enamorada de mi y que no me lo había dicho, como si todo fuera una película. Recuerdo esas épocas en mi vida en que mi círculo sí pudo vivir cosas así, que llegaran a contarme que le pidieron una pluma prestada en clase y seguro esa era una señal de que le gustaba en secreto, todo como un juego de niños y yo emocionarme con ellos de lo que me contaban y también en ocasiones que ellos fueran los cotizados por otras personas.
A mi me hubiera gustado poder haberle contado cosas así a mis amigos en ese entonces, que se emocionaran conmigo y soñar en las noches con esa persona. Puede que sí haya visto a una persona y me haya gustado pero al final siempre en mi cabeza se escuchaba “¿tú gustarle a alguien? claro que no ¿porque se fijarían en ti, si te ves así?” (un poco cruel de parte de mi cabeza si me lo preguntas la verdad).
Años después de esta época en la adolescencia, aún me siento no merecedor, como que mi confianza y cabeza conspiran contra mi, si alguna persona se me hace atractiva me hago hacía atrás porque yo no puedo ser lo suficientemente bonito a la vista, si empiezo a sentir cosas por alguien las tengo que guardar porque ellos son demasiado para mi y nunca me podrían ver como yo los veo.
Si te puedo confesar algo, justo ahorita estoy cayendo en la misma trampa, conocí a una persona que me hizo sentir mariposas, pero justo como las que sentirías a los 14 años, muy inocentes, me siento como un niño cada vez que hablo de esa persona, cada contacto que tengo mi cabeza trata de buscar una explicación de que seguro es una señal para que yo vea que seguro también está sintiendo cosas por mi, me estoy emocionando como si estuviera en secundaria, yo sé que como personas no a todos nos pasa la mismo en la misa época, pero me hubiera gustado sentir esto justo en aquellos días donde todo era más simple. Te digo, yo me emociono cada que veo a esta persona pero me volteo a ver y mi cabeza me repite lo mismo “alguien como esa persona es atractiva, yo no, así que mejor me hago a la idea de que esto nunca podrá pasar”.
Me tengo en un concepto bastante bajo, tengo que trabajar en eso, mientras tanto solo me quedará escribir sobre esta persona y visitar nuestra historia en mis sueños, el único lugar donde las cosas podrán ser reales.
Me dejaste profundamente conmovida con tu texto. Pocas veces leemos sobre los sentimientos de los chicos. Pocas veces se ha representado ese sentimiento de sobre pensar sobre lo que puede estar pensando, sintiendo el otro, mientras de este lado solo queda esperar. Un mensaje, una llamada, un like. Me han roto el corazón muchas veces, pero siempre, siempre he decidido volver a amar con la misma pasión que la primera vez. Aunque duela. Porque creo en que hay que hacerlo con todo o mejor no hacerlo. Así que, si te sirve de algo, inténtalo. Ábrete con esa persona. Es mejor ser tú mismo, con todas tus partes, rotas y no rotas, tus sentimientos, tu pasión y tu belleza, única, antes de no haberlo intentado. Mejor a quedarse pensando en qué habría pasado si hubiera dicho esto o aquello. La persona indicada sabrá valorar la pasión, el amor y sobre todo la honestidad de ser tú mismo.
Me a encantado 🫶🏻